La categoría de Romero ya no tiene ningún límite


La sonrisa no era para las cámaras. Simbolizaba el deber cumplido. Andrés Romero había finalizado el Clásico de Nueva Orleans con 275 golpes, 13 bajo el par, era el puntero y tenía que esperar tres horas hasta el final del campeonato. "No sé si será suficiente, pero la verdad es que estoy muy contento por haber jugado muy bien en la semana -decía entonces-. Ahora iré a comer algo y después veré qué pasa". ¿Qué pasó? Ninguno de los golfistas que acechaban al argentino pudo cargarse la presión. Y Romerito, Pigu, el tucumano de Yerba Buena, conquistó su primer título en el circuito estadounidense.

Romero lo hizo nada menos que en su temporada debut en la mejor gira del golf mundial y con 26 años. El tucumano ganó 1.116.000 dólares y se convirtió en el cuarto argentino en ganar en Estados Unidos.

Roberto De Vicenzo inauguró los triunfos argentinos en ese país, con el doblete conseguido en 1957 en el Colonial National Invitational y en el All American Open. Además, el Maestro se llevó el Abierto de Dallas de 1966 y el Houston Champions International de 1968. José Cóceres conquistó los Clásicos Worldcom y Disney en 2001. Y Angel Cabrera se metió en la historia al quedarse con el Abierto de los Estados Unidos del año pasado.

Fue un domingo muy intenso para Romero, porque debió salir a las 7.20 a jugar los últimos dos hoyos de la tercera vuelta. Y el madrugón lo ayudó, porque logró birdies en ambos hoyos, para escoltar a un golpe al estadounidense John Merrick.

Como el orden de la última ronda estaba estipulado de antemano, sin importar la clasificación tras tres vueltas, Romero recorrió los 18 hoyos finales antes que la mayoría de los que tenían chances de ganar.

Pigu aprovechó a fondo su juego largo, sobre todo en los par 5. Así fue como logró birdies en los hoyos 2, 7 y 11. En este último, estuvo a 20 centímetros de lograr un águila. Además, bajó los par 4 del 12 y 16, y cometió bogey en el par 4 del 6. Así fue como Romero hizo 68 golpes (-4).

El estadounidense Woody Austin tuvo la chance de igualarlo, pero se fue al agua en el 18. Y el australiano Peter Lonard, que alcanzó a Romero con un birdie en el 16, erró para par desde 2 metros en el 17 y le permitió festejar al argentino.

La prensa estadounidense no pudo evitar la comparación con Angel Cabrera, ganador del Major en ese país. Pero Andrés Romero ya se ganó un nombre propio en el golf mundial.

Fuente Clarin