Lorena Ochoa intuyó acertadamente que su primer título Grande iba a llegar en el sitio más sagrado del golf, el Old Course de Saint Andrews, Escocia. A las seis de la tarde de ayer, como todas las leyendas que han ganado en el campo escocés, la mexicana cruzó el puente para definir el certamen. Tras una ronda de 74 golpes, uno sobre el par de campo, completó el domingo una contundente victoria en el Abierto Británico femenino.
Lorena, la número uno del mundo, se abrazó con su caddie, Dave Brooker, fue rociada con champaña lanzada por su padre y reflexionó con la gesta que finalmente había conseguido. “Se hizo esperar bastante, fueron 24 torneos Grandes y finalmente tengo este trofeo aquí y creo que se debe a algo, y no puedo estar más feliz”, afirmó. “Intuí que iba a ganar este torneo el mismo lunes, cuando empecé a practicar. Tenía unas ganas enormes de conquistarlo. Todos los pensamientos fueron muy positivos. Me veía en el green del 18, levantando el trofeo. Era algo claro, emocionante y lo es más ahora que lo conseguí’’, resaltó la campeona.
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